sábado, 31 de mayo de 2014

La judería - Barrio de San Antonio de la Quebrada

Cáceres llegó a tener dos barrios judíos: la Judería Vieja (dentro de los muros de la ciudad) y la Judería Nueva (fuera de los muros). La Judería Vieja o Barrio Judío Viejo se conoce también como barrio de San Antonio de la Quebrada. Está situado detrás del palacio de las veletas, bajo la ciudad monumental
Se conserva la disposición y organización de las calles típicas del periodo islámico y judío. Son calles estrechas y en cuesta, con pequeñas plazas unidas entre sí, y con calles sin salida.
Las casas son pequeñas, de una a dos plantas, la mayoría de color blanco y decoradas algunas de ellas con flores como los geranios entre otras.
Está conformado por las calles Barrio de San Antonio, Callejón del Moral, Rincón de la Monja y Cuesta del Marqués entre otras. El edificio principal de la judería es la Ermita de San Antonio que fue construida sobre la antigua sinagoga.
Una casa interesante es la Casa del Judío Rico, conocida así popularmente por presentar una fachada de piedra en lugar de estar cubierta de cal, como era lo típico de las casas judías humildes.

Ermita de San Antonio

Todo el barrio judío gira en torno a la ermita de San Antonio, edificada en el siglo XV sobre la antigua sinagoga judía. Su tamaño es pequeño y su exterior ofrece un aspecto tosco y popular.

Sobresale de la ermita un pórtico de tres arcos, uno frontal y dos laterales de medio punto pero irregulares, dos pilastras muy gruesas sostienen los arcos en las esquinas delanteras y el muro de la ermita sirve de soporte a la parte trasera de los arcos laterales.

El interior es de una sola nave, de reducidas dimensiones, tiene un altar en el que se venera a San Antonio de Padua.

Convento de la Compañía de Jesús

Es un convento barroco, del s. XVIII, que forma conjunto con la iglesia de San Francisco Javier.

Su portada consta de un entablamento sostenido por columnas de capiteles compuestos, sobre el que se eleva otro cuerpo con un balcón que se cierra, en la parte más alta, con un frontón quebrado. En esta portada destaca un escudo realizado en mármol blanco, con cuarteles de Castilla y León, perteneciente a Carlos III.

El interior se organiza en torno a un claustro con articulación de arcos y pilares propia del barroco.


Iglesia de Santiago

Esta iglesia es de estilo románico y gótico. Aunque ciertos documentos permiten incluir su existencia en el siglo XII, los restos más antiguos datan del siglo XIV, prueba de ello son los canecillos que figuran sobre las portadas que se abren a ambos lados, el relieve representando a Santiago Peregrino sobre la puerta posterior y el primer tramo de la Capilla Mayor, que forman la parte románica de la iglesia.

La remodelación de la iglesia se realizó a partir del año 1549

En el exterior destacan las dos puertas, que se abren en arco apuntado con sencillas arquivoltas enmarcadas por alfiz y sobre la posterior, además, un triple arco ojival abocinado, también podemos observar varias veces el escudo de la familia de Carvajal.

En su interior alberga un grandioso retablo encargado en 1557 al maestro Alonso de Berruguete, que fue finalizado por sus discípulos en 1565, y que está colocado sobre un bello basamento pétreo realizado por Pedro de Marquina, una extraordinaria reja renancentista de mediados del siglo XVI realizada por Francisco Núñez, y de las distintas tallas de esta iglesia, podemos destacar el Cristo de los Milagros y Nuestra Señora de la Esclarecida ambas del siglo XV y Jesús Nazareno tallado por Tomás de la Huerta en 1609.


Ermita de la Paz

Reconstruida en el siglo XVIII, sobre los restos de una capilla renacentista del siglo XVI. Retablo barroco en el interior.

Adosada a la Torre de Bujaco:

Fundada la Hermandad de Ntra. Sra. de la Paz y aprobadas sus ordenanzas en 1720 por el Obispo Velunza, acudieron los hermanos al Ayuntamiento, alegando que en el sitio en que estaba el cuadro de la Virgen de la Paz, en la parte alta de los soportales, no se podía decir misa, y para tal fin le pidideron la ermita de San Benito, que estaba ruinosa.

Se reconstruyó el santuario en 1756 y se colocó en su altar la imagen mandada tallar por la cofradía.

De esta ermita, conocida desde entonces por Ntra. Sra. de la Paz, salía antiguamente la profesión de publicación de la Bula, que se encaminaba a Santa María, y el rosario cantado por las calles.

Subsiste a la cabeza de los soportales de la Plaza Mayor, en la parte opuesta a esta ermita, el cuadro bienhechor, al que alumbraban con velas las parturientas.


Torre del Aver

Forma parte de las torres defensivas de la muralla. Fue construida en el siglo XII y tiene planta cuadrada.

Se encuentra unida mediante un cuerpo saliente a la muralla, pero su altura es superior a la de ésta.

Se puede observar que su basamento está realizado con grandes piedras, lo que hace que algunos autores afirmen su origen celta, también posee sillares romanos, por lo que se supone que fue una de las torres defensivas de la antigua Norba Caesarina.



Torre de los Pulpitos



De estilo militar cristiano, es gótica construida en el siglo XV.

De planta casi cuadrada, alcanza aproximadamente los 16 m. de altura y se caracteriza por dos garitas o púlpitos en los ángulos delanteros de la parte alta, en forma de cono invertido, que le dan un carácter bien marcado de cristiana, y sustentados por una especie de mesulones anillados decorados con bolas.


Se diferencia de las demás torres en que su fábrica no es de tapial, sino de sillería granítica, además está adosada a la muralla aprovechándola como pared trasera. Asimismo, es la única torre exterior a la muralla que está unida a un palacio, comunicando con el jardín del Palacio de Mayoralgo a través de un arco sobre el adarve, este arco fue construido en el siglo XVIII precisamente para que esta familia pudiera acceder a las vistas de la Plaza Mayor, donde se desarrollaban los acontecimientos más importantes de la ciudad.

Puerta de Merida

La Puerta de Mérida permaneció en pie hasta el año 1.751, año que fue derribada por el concejal Pablo Becerra de Monroy.

Con el mismo destino que corrió años después la Puerta De Coria, se cree que esta tenía una estructura similar y que el motivo del derribo fue que dificultaba la entrada y salida de carruajes de esa zona.

Plazuela del Socorro - Puerta de Coria

En la actual Plazuela del Socorro se hallaba desde la época romana la llamada Puerta de Coria o Puerta del Socorro que daba acceso a la Villa de Cáceres por el lado norte, y ahí estuvo hasta que en el año 1.879 fue derribada por el Ayuntamiento a instancia de don Joaquín Muñoz Chaves personaje influyente de la ciudad.

Por lo que sabemos de documentos y textos de la época, la puerta del socorro o puerta de Coria debió ser parecida estructuralmente a la también puerta romana del Arco del Cristo y flanqueada por torres defensivas y encima de la puerta una hornacina consagrada a la virgen del socorro recolocada en 1940 en una hornacina en la Casa de los Condes de Trespalacios.

Palacio Episcopal

Su parte más antigua data del siglo XIII y la más moderna del siglo XVII.

La fachada principal es renacentista (ss.XVI/XVII) y tiene la puerta en arco de medio punto, con doble adorno de sillares almohadillados, a ambos lados de la puerta podemos observar dos medallones con figuras, todo ello enmarcado por dos columnas toscanas y en la parte superior por un friso en el que puede leerse la inscripción "D. García de Garlaça, Obispo de Coria 1587", en la parte más alta de la fachada vemos el escudo de Galarza, una garza semiexplayada sobre banda con la inscripción "AVE MARÍA".


Hay ventanas en los dos pisos, las de abajo tienen una artística reja y están enmarcadas con sillares almohadillados, rematadas con arcos de descarga. La fachada lateral, gótica del s.XV, es de cantería y tiene arco bilobulado dentro de una arcada de finas molduras.

Palacio del Mayoralgo

Tiene una fachada con elementos góticos y renacentistas, de 1537, y, en su interior, un magnífico patio mudéjar con arcos apuntados sobre gruesas columnas cuadradas biseladas, del s. XIV. En su fachada cabe destacar la portada que se abre en arco de medio punto con largas dovelas y dos ventanas geminadas con mainel de mármol, en arcos de medio punto y con adornos en el interior del arco, que flanquean el escudo principal, de estilo renacentista, de la familia Blázquez-Mayoralgo.

Debajo del escudo hay una inscripción que dice: "Sé tú Señor para nosotros torre de fortaleza y se renovará como la del águila, nuestra juventud", que hace referencia al escudo de armas de esta familia, medio águila y media torre. Toda la fachada principal está enmarcada por un gran alfiz. En su fachada lateral destaca la portada en arco apuntado y un escudo muy antiguo de la familia Mayoralgo, de tiempos de Alfonso XI.


Palacio de Hernando de Ovando



De estilo renacentista fue construida en 1519 y reformada en el s. XVIII.

Tiene la portada en arco de medio punto, con arquivoltas y pilastras en alto relieve sobre plintos.

En los ángulos del arco, se pueden ver dos medallones con las figuras de Hernando de Ovando y su esposa Mencía de Ulloa, por encima, en el friso se lee la inscripción "Aetea iustorum memoria" rematado en sus extremos por figuras de niños. En el centro, un óvalo con el escudo de Ovando-Ulloa y en la parte superior, en esgrafiado, un águila con escudo bajo corona, que perteneció a Dª Leonor de Ovando y Vera, autora de la reforma.

En la parte izquierda de la fachada, se ven los restos de una torre, que dejó de construirse en 1480, por contravenir las ordenanzas.



Palacio de Diego de Ovando - Palacio de las Cigüeñas

Popularmente conocido como "Palacio de las Cigüeñas", fue ordenada su edificación en el siglo XV por D. Diego de Cáceres Ovando.

Su fachada se compone de una puerta con largas dovelas en arco de medio punto, y sobre ésta, una ventana en arco conopial flanqueada por dos escudos con las armas de Ovando y Mogollón, todo ello enmarcado por un alfiz quebrado, con dos ventanas geminadas de arcos túmidos y mainel en mármol gris.

Destaca la torre por su gran altura. Es de planta cuadrada, con sillares graníticos en los ángulos y cuerpo superior saliente sujeto por ménsulas y coronado por almenas. Es la única torre que no sufrió el desmochamiento ordenado por la Reina Isabel la Católica.

En su interior tiene un patio flanqueado por cuatro galerías con columnas con arcos rebajados en planta baja y geminados con clave colgante en la parte superior. De este patio sale una escalera, que da acceso a la torre y que se abre en abanico alrededor de una pilastra gótica.


Hoy es sede de la Comandancia Militar de Cáceres.

Iglesia de San Mateo

Posee elementos de los estilos gótico, renacentista, plateresco y barroco. Construida sobre los restos de lo que fue mezquita árabe, se cita este edificio en un documento de 1345. Reformada y completada en siglos posteriores (XVI, XVIII y XX).

En la fachada principal podemos ver:

• Portada plateresca, entre dos columnas de orden compuesto, en arco carpanel, con dovelas adornadas con angelitos. Los medallones de ambos lados representan a San Pedro y San Pablo. Por encima, el friso adornado con motivos vegetales y un medallón (San Mateo). Como remate, dos estatuas de ángeles. Se atribuye a Guillén de Ferrant (1546).
• A la derecha sobresale el cuerpo de una escalera, que es la de subida al coro.
• Arriba, una bella espadaña en ángulo.
• Torre, sin ninguna decoración, construida en 1780 por Pedro Vecino.

En el interior, de una sola nave con Bóvedas de nervadura de granito, destacan:

• El Retablo Mayor, de pino en su color, tallado en 1760, por Vicente Barbadillo.
• La imagen de la Dolorosa de Antoni Vaquero.
• Tres enterramientos interesantes, que son:

- una estatua yacente con armadura gótica;
- el de Rodrigo de Ovando, hijo del Capitán Diego de Cáceres Ovando, labrado en granito, bajo un arco de medio punto;
- el del Capitán Diego de Cáceres Ovando, similar al anterior, aunque el zócalo es de mayor belleza.

Hay también sepulcros de los Perero, Sande, Saavedra, Ulloa, Golfín, Topete y Mayoralgo.

Destaca en él un cuadro del "Cristo de la Encina" que representa un milagro que tuvo lugar en América.
Un religioso escondió una imagen de Cristo Crucificado en un árbol para evitar que lo ultrajasen.
Un indio lo descubrió cuando iba a cortarlo con el hacha y recibió entonces la gracia de conversión.
La pintura es de mediados del siglo XVIII.


En 1345 se fundó en este lugar la cofradía de Ntra. Sra. del Salor, organización formada por caballeros y escuderos para su autodefensa.

Convento de San Pablo

Gótico, del siglo XV, y espadaña del siglo XVIII.

La pequeña fachada tiene:

• Portada en arco apuntado con archivoltas.
• Bajo arrabá que enmarca la portada.
• Rematada por una bella espadaña con dos campanas, adornos de volutas y medallón con inscripción, y coronada por una cruz de piedra.

El edificio actual se ha formado por sucesivas incorporaciones de casas y solares contiguos.

En 1499 no era más que un recogimiento de beatas, que organizó y presidió la hermana Juana González, con una pequeña ermita donde oraban.

A los 20 años, el Pontífice Paulo II autorizó a la fundadora, que se llamó Juana de Dios, para erigir casa y ermita en monasterio, bajo la regla y Orden Tercera de San Francisco, dependientes del Ordinario, que cambiaron después por la Episcopal.


Está habitado hoy el convento por una comunidad de religiosas de clausura de la Orden de Santa Clara, que, además, fabrica y vende unos riquísimos dulces.

Concatedral de Santa María


Fue erigida entre los siglos XV y XVI. Le fue otorgada la categoría de concatedral en 1957, compartiendo sede episcopal con la catedral de Coria.

Es de estilo románico de transición al gótico, con algunos elementos renacentistas. Se cree que está construida sobre una antigua ermita de los siglos XIII-XIV. La portada frente al Palacio Episcopal, es ojival y tiene finas arquivoltas, tímpano desnudo de adornos y con el hueco partido por un pilar con una ménsula sobre la que está la imagen de la Virgen. La portada de los pies es gótica en cuerpo saliente, y con canecillos románicos en la cornisa.

La torre es de tres cuerpos, divididos por molduras. En el segundo cuerpo, dentro de un medallón, está el símbolo de la Virgen, un jarrón con flores, y coronan la torre cuatro flameros. Al pie de ésta, se encuentra la imagen de San Pedro de Alcántara, de 1954, realizada en bronce por el escultor extremeño Pérez Comendador.


El interior, de planta rectangular, está dividida en tres naves, separadas por pilares cruciformes, destaca el retablo mayor que es de estilo plateresco, realizado en madera de cedro por Roque Balduque y Guillén de Ferrant, la portada de la sacristía, también plateresca, es obra de Alonso de Torralba, y el coro del siglo XVI, con sus tres arcos desiguales.

Casa del Sol

Es una casa-fortaleza del siglo XV, de estilo gótico, que fue reformada en el siglo XVI.

Lo más interesante de esta casa es la torre en ángulo, en la que está la portada principal, donde se destaca una zona con sillería, se abre la puerta en arco de medio punto con dovelas y sobre ésta el escudo de la familia Solís bajo yelmo caballeresco de frente con lambrequines, enmarcando el conjunto hay un alfiz gótico con una gárgola en su parte izquierda. En la parte alta podemos ver, flanqueado por dos ventanas en arco rebajado, un matacán semicircular con antepecho abierto por aspilleras en cruz y sujeto por tres mensulones.


En el interior conserva un pequeño y bello patio renacentista, con dos de sus lados porticados, realizado a mediados del siglo XVI.

Arco del Cristo

Llamado también Puerta del Río por la proximidad a la Rivera del Marco, está situado en el centro del flanco oriental de la muralla.

Es la única puerta romana que aún se conserva, fue construida en el siglo I con grandes sillares dispuestos a soga y tizón y bóveda de cañón entre los dos grandes arcos de entrada y salida, cuyo vano es de amplia luz y profundo intradós.

En su fachada interior destaca en una hornacina, un cuadro con la imagen de un Cristo, colocado a principios del siglo XIX.

Se conserva también restos de uno de los torreones que la flanqueaban, la llamada Torre del Río.


Arco de Santa Ana

Fue realizado en el siglo XVIII, sobre una construcción anterior, surgiendo como tal por transformación de lo que había sido un "postigo".

En la parte alta del arco, en la hornacina, podemos observa una imagen de Santa Ana sosteniendo al Niño Jesús en su rodilla derecha, y a su lado la Virgen María.

A la izquierda del arco se pueden apreciar aún los restos de una torre defensiva.


Al otro lado del arco, a la derecha, podemos ver otro arco con una curiosa bóveda de ladrillo realizada en 1758, reflejando las técnicas constructivas típicas de los alarifes cacereños que dominaban el empleo del ladrillo en bóvedas de rosca.

Arco de la Estrella

Barroca, del siglo XVIII, sobre construcción del siglo xv. Es un arco rebajado de gran amplitud, construido en esviaje (oblicuo) para facilitar el paso de carruajes a la parte izquierda del adarve, mediante perforación de la muralla, que conserva su almenaje.


De frente tiene una lápida en la que consta que fue construida por Manuel de Larra Churriguera, a costa de D. Bernardino de Carvajal Moctezuma, Conde de la Enjarada, en 1726. Sobre la lápida hay otra con un escudo de Cáceres (castillo y león).

En la parte posterior hay un templete barroco en el que está la estatua en piedra de Ntra. Sra. de la Estrella, y tras ella, una inscripción que hace referencia al constructor del arco (colocada boca abajo en la última reforma hace pocos años).

Este arco sustituyó a la Puerta Nueva, ante la cual, el 30 de junio de 1477, la reina Dª. Isabel la Católica, rodeada de su séquito y, ante los caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de Cáceres, juró conservar y defender los Fueros, privilegios y libertades de la villa

El juramento se hizo poco más de un mes después de su llegada (28-V-1477) con el fin de eliminar algunas suspicacias que habían llegado a oídos de la reina.


El rey D. Femando juró en este mismo lugar, y en parecidos términos, el 27 de febrero de 1479 y el juramento le fue tomado por el bachiller Alonso Cono.

Aljibe - Palacio de las Veletas


Construida en el siglo XVI, sobre restos anteriores (aljibe del siglo XII), y reformada en los siglos XVII y XVIII.
En la parte trasera, que vemos primero, tiene unos bellos jardines y la puerta que daba acceso al aljibe, adonde el vecindario iba a por agua, usando un antiguo derecho.
La fachada principal, del siglo XVIII, tiene como principales motivos de adorno los dos grandes escudos barrocos, bajo corona, que contienen en sus cuarteles las armas de:

1.-Ulloa; 2.-Golfín; 3.-Torres; 4.-Carvajal, y Espadero-Cáceres en el centro del escudo de la izquierda. El de la derecha lleva: 1.-Aldana; 2.-Quiñones; 3.-Porcallo; 4.-Castro y el de Espadero-Cáceres también sobre todo.

En lo alto destacan la balaustrada y las gárgolas de cerámica, y el remate de pináculos, de donde le viene el nombre al edificio.

Los muros, de más de un metro de espesor, son de argamasones y mampostería, los arcos y bóvedas de ladrillo, y las columnas de piedra.

El interior es un recinto rectangular de 13,40 metros por 9,90 metros, cinco naves de 2,20 metros cada una, separadas por cuatro arquerías paralelas de a cuatro arcos de herradura y cubiertas por bóvedas de medio cañón.
Las columnas monolitas, de granito, toscanas, con capitel y basa de una moldura, son romanas. El pavimento es un solado de ladrillo.
Es de los mayores de España; tiene mayor número de columnas y de naves que los otros, y sólo en éste los arcos son de herradura.

Si damos un repaso a su extensa historia encontraremos que:

En 1465, el Maestre de la Orden de Alcántara D. Gómez de Solís vino a Cáceres, poniéndose a la cabeza del bando «de abajo», tras el famoso acto de Ávila en que se despojó en efigie a D. Enrique IV de las insignias reales y se proclamó a su hermano D. Alonso rey de Castilla. Entró en la villa a viva fuerza y destruyó el Alcázar.

Enrique IV, poco antes de morir, en 1474, otorgó licencia a su fiel amigo Diego Gómez de Torres para edificar su casa sobre las ruinas del Alcázar, respetando el antiquísimo derecho del vecindario de surtirse de agua en el aljibe moro.

La nueva mansión la debió reedificar, en 1600, Lorenzo de Ulloa, a juzgar por una lápida existente en el patio que traducida dice: «Este antiguo Alcázar regio de los moros, en lo pasado fue conquistado por el rey Alfonso. Terminadas al fin las guerras y pasado algún tiempo, por obra de Ulloa, surgió de sus ruinas esta hermosa casa».
Jorge de Cáceres Quiñones fue autor de la profunda reforma efectuada en el siglo XVIII, que dejó la casa tal como hoy se ve. A él pertenecen los escudos de la fachada principal.


La familia de Quiñones vino a Cáceres por matrimonio de D. Gonzalo de Cáceres Andrada con Doña Catalina Quiñones. Las grandes riquezas de esta señora y el prestigio social de la familia hicieron que sus sucesores se apellidaran Cáceres-Quiñones.

Iglesia de San Francisco Javier


Se encuentra en la plaza de San Jorge.

Es una iglesia barroca construida en el siglo XVIII siguiendo el modelo de la erigida en Roma por la Compañía de Jesús. Presenta una elevada fachada con dos cuerpos de columnas que remata con un frontón, en el cuerpo inferior se puede apreciar la puerta en arco de medio punto, y en el superior una hornacina con la imagen de San Francisco Javier, y se flanquea con dos grandes torres cuadradas de mampostería y sillería en los ángulos, con remate piramidal.

Su interior tiene planta de cruz latina, con una sola nave, cubierta con bóveda de cañón de tres tramos, cruceros con cúpula y adornos en la capilla mayor y en varias capillas laterales. El retablo mayor es de un cuerpo, con columnas corintias, enmarcando un cuadro de Paolo Maffei, que representa un milagro de San Francisco Javier. En el crucero hay una compuerta que descubre un aljibe natural.


Esta iglesia se conoce hoy con el nombre de "La Preciosa Sangre", porque está a cargo de los Hermanos de la Preciosa Sangre .

Iglesia de San Juan


Esta iglesia es de estilo gótico, se comenzó a construir en el siglo XIII con el ábside y continuaron con el resto de la iglesia hasta finalizarla en el siglo XVIII.

Del exterior podemos destacar las dos portadas, a los lados de la nave, de arcos apuntados; el ábside, en el que podemos ver canecillos de tradición románica bajo la cornisa y dos escudos de esquina bajo yelmo.

El interior es de una sola nave, cubierta por bóvedas de crucería más ancha que la cabecera formada por un tramo corto, cuya bóveda es de traza más compleja y donde hay un hueco para reliquias con portada plateresca, muy decorada y labrada en la piedra, con querubines y busto de San Pablo. El ábside es de tres lados, todo cubierto con bóvedas ojivales de crucería, que arrancan de columnas cuya planta se deriva de la "de cruz" y cuyos capiteles están construidos por series de hojas y cabezas

Torre de Bujaco

Árabe, del siglo XII, sobre sillares romanos (piedras labradas de formar rectangular).

Es de planta cuadrada y de 25 metros de altura.

El balconcillo del frontal es de estilo renacentista, añadido en el siglo XVIII. Tiene el escudo del Doctor Ribera.

Al ser reconquistada Cáceres, en 1170, por Fernando II de León, un pariente suyo, D. Pedro Fernández Hurtado, estableció en la Villa, para su defensa, la "Congregatio de Cáceres", instituto clérigo-militar, que más tarde fué la "Orden de Caballería de Santiago", a cuyos componentes se llamó en un principio "Senyores de Cáceres" y "Fratres de Cáceres", por ser Cáceres la primera villa poseída por la Orden.

Se llama de Bujaco por corrupción del nombre del califa Abú-Ya´qub, cuyas tropas, al mando del Sayyid Abú Hafs Umar, conquistaban la ciudad en 1173, después de seis meses de asedio. Reducidos los defensores a esta torre como último baluarte, sucumbieron ante la superioridad numérica de los atacantes, que degollaron a cuantos la defendían, y, entre ellos, a 40 caballeros de la Orden (10 de marzo de 1173).

Ha estado varias veces amenazada de demolición, pues pretendían utilizar sus piedras para otras construcciones. Pero hoy en día sigue en pie y es uno de los monumentos más representativos de la ciudad.

Una reconstrucción efectuada hace unos años la ha devuelto a su estilo original, eliminando los añadidos que la afeaban.

En la esquina N.O. del recinto murado, a nuestra izquierda, existió otra torre llamada Buraca, Bujaca o de la Basura. Algunos investigadores piensan que de ahí pudo derivarse el nombre de la Torre de Bujaco.


Se llamó también Torre del Reloj porque desde finales del siglo XVI a finales del siglo XVIII, tuvo instalado un reloj que servía de orientación temporal a quienes habitaban la plaza pública y se dedicaban al comercio. Fue trasladado a la Iglesia de San Mateo.